Wednesday, 13 December 2006

De viajes iniciáticos y años sabáticos.

Hace un par de fines de semana tuve una fiesta de despedida de un antiguo compañero de trabajo inglés. La despedida era porque él y su esposa, han dejado sus trabajos para ir a dar la vuelta al mundo.

¡Di que sí!.

Los ingleses son muy dados a éste tipo de sabáticos, y no la primera persona que conozco (ni la segunda, ni la tercera, ni la cuarta ni la quinta) que hace algo parecido.

De hecho, está convirtiéndose en algo común entre los treintañeros que, antes de hipotecarse, tener hijos o cumplir los 30 (o los 40), deciden hacer ése viaje en vez de tener que lamentar no haberlo hecho, aunque ésto incluya endeudarse en un préstamo personal, dejar el trabajo o gastarse todos los ahorros. También es muy común entre irse un año de vacaciones antes del primer año universitario.Para ello se pide un préstamo univeritario, y también se pide a la universidad que te guarden la plaza un año, lo se conoce como Gap Year. El príncipe Guillermo de Inglaterra hizo su Gap Year hace unos años, y estuvo en Sudamérica trabajando de voluntario.

Ésta moda viajera nos fascina a los emigrantes españoles. Muchas veces hemos comentado lo extraño que resultaría en España ir a un banco y explicar que uno quiere un préstamo personal de cinco millones para recorrer el mundo, o a los padres que en vez de ir a la universidad, uno va a irse de viaje iniciático para encontrarse consigo mismo. Sin contar lo que podrían decirte en la Universidad si les dices que te guarden la plaza un año mientras exploras el mundo.
Además aquí un Gap Year está muy bien visto en el curriculum, pero en España sonaría a síntoma de inconstancia e irresponsabilidad.

Así que he estado pensando e investigando si ésta moda viajera es algo bueno, o malo, nuevo o viejo, prestado o ... azul..






Los abuelos tienen razón...no hay nada nuevo bajo el sol.










Resulta que en Inglaterra siempre ha sido algo común entre las clases altas desde el siglo XVII. He encontrado en la Wikipedia, que todo lo sabe, que el Grand Tour, era el rito iniciático por excelencia entre los jóvenes de la nobleza Británica. Consistía en un viaje de meses o años (según el dinero de papá, imagino), en el que el jóven adquiría la educación necesaria de un hombre de mundo. El viaje clásico era ir a Francia en primer lugar, para aprender francés y maneras cortesanas francesas propias de caballeros, incluyendo danza, música y esgrima. Después se pasaba a Italia, dónde se seguía un recorrido artístico, especialmente visitando las ruinas clásicas y las obras de los maestros renacentistas. Si quedaba dinero, se visitaban Austria, Alemania y Holanda, de camino a casa, dónde el jóven volvía convertido en un caballero....o en un disoluto arruinado, según la maña que se diesen los tutores y criados que acompañaban al joven. Para éstos jóvenes no era difícil conseguir un crédito para sus viajes, y pagarlo una vez heredasen su título o sus rentas.


Lord Byron hizo su Grand Tour entre 1809 y 1811. Como le pillaron las Guerras Napoleónicas en Europa, hizo un camino diferente al cásico Grand Tour, visitando España, Albania y Grecia. El libro de poemas que le dió a conocer, "El peregrinaje de Childe Harold" fué escrito en parte durante éste viaje. En la foto de la derecha, podéis ver a Lord Byron, con un traje tradicional Albanés que se trajo de souvenir.

A partir de 1825, gracias a la mejora en los medios de transporte y a la invención del tren y el barco de vapor, el Grand Tour se popularizó entre los jóvenes burgueses, no necesariamente nobles. Serían los primeros interrailistas, en plan "Antes del Amanacer". Durante el siglo XIX, muchos hombres jóvenes educados hicieron su Grand Tour, ... ¡y también muchas mujeres! aunque éstas solían viajar acompañadas de una tía que les sirviese de carabina. Si habeis leído el libro o visto "Mujercitas", las americanas Amy y Jo sueñan con hacer éste viaje a Europa con su tía rica. Conociendo la moral de la época, probablemente la intención de estos viajes femeninos fuese cazar algún partido de Grand Tour.

En fin, que en Inglaterra, éste tipo de viajes tienen mucha tradición y siempre han sido considerados como algo beneficioso en la formación de los jóvenes. Ahora que te dan un crédito por menos de nada, los jóvenes de clase media aprovechan para hacer su Grand Tour, que ya no tiene como destino Europa (que está muy vista, gracias a EasyJet) sino Thailandia, Nueva Zelanda y Australia, o Méjico, Bolivia y Perú.

Éstos viajes iniciáticos son menos frecuentes fuera del mundo anglosajón, pero también hay ejemplos famosos en la historia. Para ellos, sus viajes iniciáticos fueron mucho más relevantes que un sencillo turisteo.

Rousseau es el caso más conocido de culo inquieto no anglosajón. Al menos tres veces durante su vida, dejó atrás un trabajo con buenas perspectivas para viajar. La primera vez, estando de sirviente en una casa, y con posibilidad de promocionar, decidió dejarlo todo e irse a recorrer Italia con un amigo. El viaje fué de auténtico mochileo, ya que Rousseau no tenía un papá rico que le pagase un Grand Tour. Más tarde dejaría un trabajo de secretario de embajada y de funcionario para seguir su instinto viajero. Rousseau es el rey de los cambios de profesión como los entendemos ahora. Os podéis leer todo en sus "Confesiones"...la primera autobiografía moderna de la historia. (Si podéis leerlo en francés mejor... es horrible leer llamar a Rousseau Juan-Jacobo)










Ernesto Guevara, el Che, también se tomó su Gap Year en 1951, su cuarto año de sus estudios de medicina, recorriendo Sudamérica con un amigo en su motocicleta "La Poderosa", para trabajar de voluntario en un hospital en Perú. Los recuerdos de éste viaje están recogidos en sus "Diarios de la motocicleta". Éste viaje sería crucial para su pensamiento político y el causante del completo cambio que dio a su vida, de médico a guerrillero, dos años más tarde. Como debéis saber, hay una peli con Gael García Bernal sobre el viaje en moto del Che.






Si les has dado un disgusto a tus padres no yendo a la universidad, y quieres irte de Gap Year en 1917, lo mejor es apuntarse de voluntario de la Cruz Roja, como hizo el jóven Ernest Hemingway. De su destino en el norte de Italia, además de una herida de guerra y una medalla, le quedarían a Hemingway los recuerdos para escribir "Adiós a las Armas". Personalmente, abandoné este libro a la mitad, porque no me pareció más que las aventuras de un niñato americano de interrail por Europa...y es que realmente, a parte del hecho que se trata de Hemingway y que sucede durante la Primera Guerra Mundial, así es. Hemingway es la inspiración de miles de mochileros americanos que descubren Europa en su Gap Year.

Pues nada, a hacer el petate... ¡y a viajar!No ibas a ser el primero...¿y quién sabe?puede que te den un Nobel, te conviertas en un líder popular e incluso acabes siendo parte de la colección de personajes ilustres en el Panteón de Paris.

¡Un besito!

Di

1 comment:

marijelo said...

Pues según parece, ésto del año sabático también estuvo de moda en España entre los pudientes.
Pasando por mi época galdosiniana, me lei Fortunata y Jacinta. En la novela, el protagonista masculino Juanito Santa Cruz (que se un niño de papá) se va de viaje iniciático para hacerse un hombre. Creo que se iba a París, entre otros sitios.