Thursday 29 March 2007

Los Miserables

Cuando tengo la gripe siempre aprovecho para leerme algún ladrillo.Cuando uno está malito, siempre lee más y avanza más deprisa. Leerse un ladrillo a un ritmo de 3 páginas por día puede hacerse eterno, pero si uno dispone de tiempo y de aburrimiento para leerse 100 o más páginas por día, entonces el ladrillo se hace más corto.


Estos días, me estoy leyendo "Los Miserables" de Víctor Hugo, que retomé durante mis días de gripe.

"Los Miserables" es un poco como "El Quijote": Tiene momentos muy buenos, divertidos, emotivos...pero está entrelazado con pasajes que son un auténtico truño. Si uno consigue pasar las primeras 200 páginas en las que Hugo se dedica a describir hasta la saciedad un personaje secundario (que además se muere en el primer octavo de libro, y que es un cura con una vida bastante monótona y aburrida) entonces leerse las 1800 páginas restantes será cosa fácil. ¡Jean Valjean, el protagonista, no aparece hasta la página 250 más o menos!.

Arriba, la famosa imágen de Cosette

Pero bueno, aún así "Los Miserables" es una obra maestra. La historia es maravillosa, y los personajes inolvidables: Jean Valjean, el preso redimido; el comisario Javert, obsesionado con el castigo y el cumplimiento de la ley; Cosette, la niña abandonada víctima de la crueldad; Fantine, la mujer perdida; Los Thènardier, las malas yerbas que nunca mueren; Marius Pontmercy, el alter-ego de Victor Hugo; Enjolras, el revolucionario idealista; Éponine, educada para el mal; Gavroche, el niño de la calle; Monseñor Myriel el santo varón...

En francés es un poco difícilillo de leer, porque el vocabulario es muy florido, y los personajes utilizan mucho argot parisino de la época, pero tampoco se pierde uno.

Lo peor del libro son las elipsis que se marca Hugo. Hay como 200 páginas en las que habla de la batalla de Waterloo, 100 en las que habla de la utilidad de los conventos, 100 sobre los niños parisinos, 100 sobre nosequé calle parisina ... y ahora me voy por un discurso acerca de los desagües y el alcantarillado de París que lleva ya 20 páginas........ en fin, éstas partes son un poco truñete, la verdad...aunque si uno se las salta no pasa nada, ya que no son imprescindibles para seguir la historia.

He encontrado ésta frase tan bonita, que resume un poco de qué va la historia:

"(...) sans doute ils paraissaient bien dépravés, bien corrompus, bien avilis, bien odieux même, mais ils sont rares ceux qui sont tombés sans être dégradés: d´ailleurs, il y a un point où les infortunés et les infâmes se mêlent et se confondent dans un seul mot, mot fatal, les misèrables: de qui est-ce la faute? Et puis, est-ce que ce n´est pas quand la chute est plus profonde que la charité doit être plus grande?"

"sin duda parecían bién depravados, bién corruptos, bién envilecidos, incluso bién odiosos, pero son raros aquellos que han caído sin haberse degradado: de hecho, hay un punto en el que los desafortunados y los infames se mezclan y se confunden en una sola palabra, palabra fatal, los miserables : ¿De quién es la culpa?. Y entonces, ¿no es cuando la caída es más profunda que la caridad debe ser más grande? "

El libro trata de la justicia y de la piedad....desde un punto de vista muuuuy Romántico.

Quizá me he contagiado de éste romanticismo y ésta semana he acabado llegando llorando y empapada por la lluvia a casa, cual heroína de Jane Austen pero sin motivo alguno.



Cariño, tienes que abandonar la literatura espesa...estás insoportable.


Quizá porque no es el mejor libro para leerse cuando a uno le llaman para ser jurado en un juicio.

Parece mentira cómo me dejo llevar por la literatura...como una marujona por un programa matutino o un abuelo de derechas por el programa de Losantos.

Tengo que dejar de leerme libros del siglo pasado...












El tren expreso

Hoy he querido poner el poema de Campoamor "El tren expreso".

La foto de "Antes del Amanecer" lo ilustra muy bien, porque la historia me parece similar....pero en el XIX! (ya...ya se...)


He puesto en gris las partes que son un truñete y que os podéis saltar si queréis. En rojito, un resumen de lo que va pasando, porque el poema es largo de narices.



Yo creo que merece la pena leerlo :-)












EL TREN EXPRESO
CANTO PRIMERO: LA NOCHE

Campoamor, a pesar de tener el corasón partío, no pierde ocasión para ligar

I
Habiéndome robado el albedrío
un amor tan infausto como mío,
ya recobrados la quietud y el seso,
volvía de Paris en tren expreso;
y cuando estaba ajeno de cuidado,
como un pobre viajero fatigado,
para pasar bien cómodo la noche
muellemente acostado,
al arrancar el tren subió a mi coche,
seguida de una anciana,
una joven hermosa,
alta, rubia, delgada y muy graciosa,
digna de ser morena y sevillana.

II
Luego, a una voz de mando
por algún héroe de las artes dada,
empezó el tren a trepidar, andando
con un trajín de fiera encadenada.
Al dejar la estación, lanzó un gemido
la máquina, que libre se veía,
y corriendo al principio solapada
cual la sierpe que sale de su nido,
ya al claro resplandor de las estrellas,
por los campos, rugiendo, parecía
un león con melena de centellas.

La chica es francesa...ñam, ñam, supermorbo diecinuevesco!
III
Cuando miraba atento
aquel tren que corría como el viento,
con sonrisa impregnada de amargura
me preguntó la joven con dulzura:
«¿Sois español?».
Y su armonioso acento,
tan armonioso y puro, que aun ahora
el recordarlo sólo me embelesa,
«Soy español» la dije; «¿y vos, señora?».
«Yo», dijo, «soy francesa.»
«Podéis», la repliqué con arrogancia,
«la hermosura alabar de vuestro suelo,
pues creo, como hay Dios, que es vuestra Francia
un país tan hermoso como el cielo.»
«Verdad que es el país de mis amores,
el país del ingenio y de la guerra;
pero en cambio», me dijo, «es vuestra tierra
la patria del honor y de las flores:
no os podéis figurar cuánto me extraña
que, al ver sus resplandores,
el sol de vuestra Españano tenga,
como el de Asia, adoradores.»
Y después de halagarnos obsequiosos
del patrio amor el puro sentimiento,
entrambos nos quedamos silenciosos
como heridos de un mismo pensamiento.

IV
Caminar entre sombras es lo mismo
que dar vueltas por sendas mal seguras
en el fondo sin fondo de un abismo.
Juntando a la verdad mil conjeturas,
veía allá a lo lejos, desde el coche,
agitarse sin fin cosas oscuras,
y en torno, cien especies de negruras
tomadas de cien partes de la noche.
¡Calor de fragua a un lado, al otro frío!...
¡Lamentos de la máquina espantosos
que agregan el terror y el desvarío
a todos estos limbos misteriosos!...
¡Las rocas, que parecen esqueletos!...
¡Las nubes con extrañas abrasadas!...
¡Luces tristes! ¡Tinieblas alumbradas!...
¡El horror que hace grandes los objetos!...
¡Claridad espectral de la neblina!
¡Juegos de llama y humo indescriptibles!...
¡Unos grupos de bruma blanquecina
esparcidos por dedos invisibles!
¡Masas informes..., límites inciertos!...
¡Montes que se hunden! ¡Árboles que crecen!...
¡Horizontes lejanos que parecen
vagas costas del reino de los muertos
¡Sombra, humareda, confusión y nieblas!...
¡Acá lo turbio..., allá lo indiscernible...,
y entre el humo del tren y las tinieblas,
aquí una cosa negra, allí otra horrible!

Campoamor lo intenta haciendo de consultor sentimental
V
¡Cosa rara! Entretanto,al lado de mujer tan seductora
no podía dormir, siendo yo un santo
que duerme, cuando no ama, a cualquier hora.
Mil veces intenté quedar dormido,
mas fue inútil empeño:admiraba a la joven,
y es sabidoque a mí la admiración me quita el sueño.
Yo estaba inquieto, y ella,
sin echar sobre mí mirada alguna,
abrió la ventanilla de su lado
y, como un ser prendado de la luna,
miró al cielo azulado;
preguntó, por hablar, qué hora sería,
y al ver correr cada fugaz estrella,
«Ved un alma que pasa», me decía.

Ella también tiene el corasón partío...
VI
«¿Vais muy lejos?», con voz ya conmovida
le pregunté a mi joven compañera.
«Muy lejos», contestó; «¡voy decidida
a morir a un lugar de la frontera!»
Y se quedó pensando en lo futuro,
su mirada en el aire distraída
cual se mira en la noche un sitio oscuro
donde fue una visión desvanecida.
«¿No os habrás divertido»,la repliqué galante,
«la ciudad seductora
en donde todo amante
deja recuerdos y se trae olvido?»
«¿Lo traéis vos?», me dijo con tristeza.
«Todo en Paris lo hace olvidar, señora»,
le contesté, «la moda y la riqueza.
Yo me vine a Paris desesperado,
por no ver en Madrid a cierta ingrata.»
«Pues yo vine», exclamó, «y hallé casado
a un hombre ingrato a quién amé soltero.»
«Tengo un rencor», le dije, «que me mata.»
«Yo una pena», me dijo, «que me muero.»
Y al recuerdo infeliz de aquel ingrato,
siendo su mente espejo de mi mente,
quedándose en silencio un grande rato
pasó una larga historia por su frente.

VII
Como el tren no corría, que volaba,
era tan vivo el viento, era tan frío,
que el aire parecía que cortaba:
así el lector no extrañará que, tierno,
cuidase de su bien más que del mío,
pues hacía un gran frío, tan gran frío,
que echó al lobo del bosque aquel invierno.
Y cuando ella, doliente,con el cuerpo aterido,
«Tengo frío», me dijo dulcemente
con voz que, más que voz, era un balido,
me acerqué a contemplar su hermosa frente,
y os juro, por el cielo,
que, a aquel reflejo de la luz escaso,
la joven parecía hecha de raso,
de nácar, de jazmín y terciopelo;
y creyendo invadidos por el hielo
aquellos pies tan lindos,
desdoblando mi manta zamorana,
que tenía más borlas, verde y grana
que todos los cerezos y los guindos
que en Zamora se crían,
cual si fuese una madre cuidadosa,
con la cabeza ya vertiginosa,
la tapé aquellos pies, que bien podrían
ocultarse en el cáliz de la rosa.

VIII
¡De la sombra y el fuego al claroscuro
brotaban perspectivas espantosas,
y me hacía el efecto de un conjuro
al reverberar en cada muro
de las sombras las danzas misteriosas!...
¡La joven que acostada traslucía
con su aspecto ideal, su aire sencillo,
y que, más que mujer, me parecía
un ángel de Rafael o de Murillo!
¡Sus manos por las venas serpenteadas
que la fiebre abultaba y encendía,
hermosas manos, que a tener cruzadas
por la oración habitual tendía...
¡sus ojos, siempre abiertos, aunque a oscuras,
mirando al mundo de las cosas puras!
¡su blanca faz de palidez cubierta!
¡Aquel cuerpo a que daban sus posturas
la celestial fijeza de una muerta!...
Las fajas tenebrosas
del techo, que irradiaba tristemente
aquella luz de cueva submarina;
y esa continua sucesión de cosas
que así en el corazón como en la mente
acaban por formar una neblina!...
¡Del tren expreso la infernal balumba!...
¡La claridad de cueva que salía
del techo de aquel coche, que tenía
la forma de la tapa de una tumba!...
¡La visión triste y bellade sublime concierto
de todo aquel horrible desconcierto,
me hacía traslucir en torno de ella
algo vivo rondando un algo muerto!

IX
De pronto, atronadora,

entre un humo que surcan llamaradas,
despide la feroz locomotora
un torrente de notas aflautadas,
para anunciar, al despertar la aurora,
una estación que en feria convertía
el vulgo con su eterna gritería,
la cual, susurradora y esplendente,
con las luces del gas brillaba enfrente;
y al llegar, un gemido
lanzando prolongado y lastimero,
el tren en la estación entró seguido
cual si entrase un reptil a su agujero.

CANTO SEGUNDO: EL DÍA

I
Y continuando la infeliz historia,
que aún vaga como un sueño en mi memoria,
veo al fin, a la luz de la alborada,
que el rubio de oro de su pelo brilla
cual la paja de trigo calcinada
por agosto en los campos de Castilla.
Y con semblante cariñoso y serio,
y una expresión del todo religiosa,
como llevando a cabo algún misterio,
después de un «¡Ay, Dios mío!»
me dijo, señalando un cementerio:
«¡Los que duermen allí no tienen frío!»

II
El humo, en ondulante movimiento,
dividiéndose a un lado y a otro lado,
se tiende por el viento
cual la crin de un caballo desbocado.
ayer era otra fauna, hoy otra flora;
verdura y aridez, calor y frío;
andar tantos kilómetros por hora
causa al alma el mareo del vacío;
pues salvando el abismo, el llano,
el monte.con un ciego correr que al rayo excede,
en loco desvarío
sucede un horizonte a otro horizonte
y una estación a otra estación sucede.

Pero entonces, tienes novio o no?
III
Más ciego cada vez por su hermosura
de la mujer aquella,
al fin la hablé con la mayor ternura,
a pesar de mis muchos desengaños;
porque al viajar en tren con una bella
va, aunque un poco al azar y a la ventura,
muy deprisa el amor a los treinta años.
Y «¿Adónde vais ahora?»,
pregunté a la viajera.
«Marcho, olvidada por mi amor primero»,
me respondió sincera,
«a esperar el olvido un año entero.»
«Pero, ¿y después?», le pregunté,
«señora?»«Después», me contestó,
«¡lo que Dios quiera!»

IV

Y porque así sus penas distraía,
las mías le conté con alegría
y un cuento amontoné sobre otro cuento,
mientras ella, abstrayéndose, veía
las gradaciones de color que hacía
la luz descomponiéndose en el viento.
Y haciendo yo castillos en el aire,o,
como dicen ellos, en España,
la referí, no sé si con donaire,
cuentos de Homero y de Maricastaña.
En mis cuadros risueños,
pintando mucho amor y mucha pena,
como el que tiene la cabeza llena
de heroínas francesas y de ensueños,
había cada llama
capaz de poner fuego al mundo entero;
y no faltaba nunca un caballero
que, por gustar solícito a su dama,
la sirviese, siendo héroe, de escudero.
Y ya de un nuevo amor en los umbrales,
cual si fuese el aliento nuestro idioma,
más bien que con la voz, con las señales,
esta verdad tan grande como un templo
la convertí en axioma:
que para dos que se aman tiernamente,
ella y yo, por ejemplo,es cosa ya olvidada por sabida
que un árbol, una piedra y una fuente
pueden ser el edén de nuestra vida.
Éstos se lo han montado en el tren, que te lo digo yo....

V

Como en amor es credo,
o artículo de fe que yo proclamo,
que en este mundo de pasión y olvido,
o se oye conjugar el verbo te amo,
o la vida mejor no importa un bledo;
aunque entonces, como hombre arrepentido,
al ver una mujer me daba miedo,
más bien desesperado que atrevido,
«Y ¿un nuevo amor», le pregunté amoroso
,«no os haría olvidar viejos amores?»
Mas ella, sin dar tregua a sus dolores,
contestó con acento cariñoso:
«La tierra está cansada de dar flores;
necesito algún año de reposo.»
VI

Marcha el tren tan seguido, tan seguido,
como aquel que patina por el hielo,
y en confusión extraña,
parecen, confundidos tierra y cielo,
monte la nube, y nube la montaña,
pues cruza de horizonte en horizonte
por la cumbre y el llano,
a la cresta granítica de un monte,
ya la elástica turba del pantano;
ya entrando por el hueco
de algún túnel que horada las montañas,
a cada horrible grito
que lanzando va el tren, responde el eco,
y hace vibrar los muros de granito,
estremeciendo al mundo en sus entrañas;
y dejando aquí un pozo, allí una sierra,
nubes arriba, movimiento abajo,
en laberinto tal, cuesta trabajo
creer en la existencia de la tierra.
VII

Las cosas que miramos
se vuelven hacia atrás en el instante
que nosotros pasamos;
y, conforme va el tren hacia adelante,
parece que desandan lo que andamos;
y a sus puestos volviéndose, huyen y huyen
en raudo movimiento
los postes del telégrafo, clavados
en fila a los costados del camino,
y, como gota a gota, fluyen, fluyen,
uno, dos, tres y cuatro, veinte y ciento,
y formando confuso y ceniciento
el humo con luz un remolino,
no distinguen los ojos deslumbrados
si aquello es sueño, tromba o torbellino.
VIII

¡Oh mil veces bendita
la inmensa fuerza de la mente humana
que así el ramblizo como el monte allana,
y al mundo echando su nivel, lo mismo
los picos de las rocas decapita
que levanta la tierra,
formando un terraplén sobre un abismo
que llena con pedazos de una sierra!
¡Dignas son, vive dios, estas hazañas,
no conocidas antes,del poderoso anhelo
de los grandes gigantes
que, en su ambición, para escalar el cielo
un tiempo amontonaron las montañas!

También decían "te llamaré" en el XIX.

IX

Corría en tanto el tren con tal premura
que el monte abandonó por la ladera,
la colina dejó por la llanura,y la llanura,
en fin, por la ribera;
y al descender a un llano,
sitio infeliz de la estación postrera,
le dije con amor: «¿Sería en vano
que amaros pretendiera?
¿Sería como un niño que quisiera
alcanzar a la luna con la mano?»
Y contestó con lívido semblante:
«No sé lo que seré más adelante,
cuando ya soy vuestra mejor amiga.
Yo me llamo Constancia y soy constante;
¿qué más queréis», me preguntó, «que os diga?».
Y, bajando el andén, de angustia llena,
con prudencia fingió que distraía
su inconsolable pena
con la gente que entraba y que salía,
pues la estación del pueblo parecía
la loca dispersión de una colmena.

El truquito de "Antes del Amanecer" versión XIX

X

Y con dolor profundo,
mirándome a la faz,
desencajada
cual mira a su doctor un moribundo,
siguió: «Yo os juro, cual mujer honrada,
que el hombre que me dio con tanto celo
un poco de valor contra el engaño,
o aquí me encontrará dentro de un año,o allí...»,
me dijo, señalando el cielo.
Y enjugando después con el pañuelo
algo de espuma de color de rosa
que asomaba a sus labios amarillos,
el tren (cual la serpiente que, escamosa,
queriendo hacer que marcha, y no marchando,
ni marcha ni reposa)
mueve y remueve, ondeando y más ondeando,
de su cuerpo flexible los anillos;
y al tiempo en que ella y yo, la mano alzando,
volvimos, saludando, la cabeza,
la máquina un incendio vomitando,
grande en su horror y horrible en su belleza,
el tren llevó hacia sí pieza por pieza,
vibró con furia y lo arrastró silbando.


"Antes del Anochecer"...él se presenta, ¡pero ella no!
CANTO TERCERO: EL CREPÚSCULO
I

Cuando un año después, hora por hora,
hacia Francia volvía
echando alegre sobre el cuerpo mío
mi manta de alamares de Zamora,
porque a un tiempo sentía,
como el año anterior,
día por día,mucho amor,
mucho viento y mucho frío,
al minuto final del año entero
a la cita acudí cual caballero
que va alumbrando por su buena estrella;
mas al llegar a la estación aquella
que no quiero nombrar, porque no quiero,
una tos de ataúd sonó a mi lado,
que salía del pecho de una anciana
con cara de dolor y negro traje.
Me vio, gimió, lloró, corrió a mi lado,
y echándome un papel por la ventana:
«Tomad», me dijo, «y continuad el viaje».
y cual si fuese una hechicera vana
que después de un conjuro, en la alta noche
quedase entre la sombra confundida,
la mujer, más que vieja, envejecida,
de mi presencia huyó con ligereza
cual niebla entre la luz desvanecida,
al punto en que, llegando con presteza
echó por la ventana de mi coche
esta carta tan llena de tristeza,
que he leído más veces en mi vida
que cabellos contiene mi cabeza.

Final super-trágico a la moda de la época.
No es que se haya muerto su abuela como en "Antes del Anochecer"....
¡¡¡¡¡se ha muerto ella misma!!!!!
(Ésta es la parte más famosa y más bonita del poema).

II

«Mi carta, que es feliz, pues va a buscaros,
cuenta os dará de la memoria mía.
Aquel fantasma soy que, por gustaros,
juró estar viva a vuestro lado un día
Cuando lleve esta carta a vuestro oído
el eco de mi amor y mis dolores,
el cuerpo en que mi espíritu ha vivido
ya durmiendo estará bajo las flores.»
Por no dar fin a la ventura mía,
la escribo larga... casi interminable...
¡Mi agonía es la bárbara agonía
del que quiere evitar lo inevitable!»
Hundiéndose al morir sobre mi frente
el palacio ideal de mi quimera,
de todo mi pasado, solamente
esta pena que os doy borrar quisiera.»
Me rebelo a morir, pero es preciso...
¡El triste vive y el dichoso muere!...
¡Cuando quise morir, dios no lo quiso;
hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!»
¡Os amo, sí! Dejadme que habladora
me repita esta voz tan repetida;
que las cosas más íntimas ahora
se escapan de mis labios con mi vida.»
Hasta furiosa, a mí que ya no existo,
la idea de los celos me importuna;
¡juradme que esos ojos que me han visto
nunca el rostro verán de otra ninguna!»
Y si aquella mujer de aquella historia
vuelve a formar de nuevo vuestro encanto,
aunque os ame, gemid en mi memoria;
¡yo os hubiera también amado tanto!...»
Mas tal vez allá arriba nos veremos,
después de esta existencia pasajera,
cuando los dos, como en le tren, lleguemos
de vuestra vida a la estación postrera.»
¡Ya me siento morir!... El cielo os guarde.
Cuidad, siempre que nazca o muera el día,
de mirar al lucero de la tarde,
esa estrella que siempre ha sido mía.»
Pues yo desde ella os estaré mirando;
y como el bien con la virtud se labra,
para verme mejor, yo haré, rezando,
que Dios de par en par el cielo os abra.»
¡Nunca olvidéis a esta infeliz amante
que os cita, cuando os deja, para el cielo!
¡Si es verdad que me amásteis un instante,
llorad, porque eso sirve de consuelo!...»
¡Oh Padre de las almas pecadoras!
¡Conceded el perdón al alma mía!
¡Amé mucho, Señor, y muchas horas;
mas sufrí por más tiempo todavía!»
¡Adiós, adiós! Como hablo delirando,
no sé decir lo que deciros quiero.
Yo sólo sé de mí que estoy llorando,
que sufro, que os amaba y que me muero.»

Campoamor se muere de pena...¡con las ganas que traía!

III

Al ver de esta manera
trocado el curso de mi vida entera
en un sueño tan breve,de pronto se quedó,
de negro que era,
mi cabello más blanco que la nieve.
De dolor traspasado
por la más grande herida
que a un corazón jamás ha destrozado
en la inmensa batalla de la vida,
ahogado de tristeza,
a la anciana busqué desesperado;
mas fue esperanza vana,
pues, lo mismo que un ciego, deslumbrado,
ni pude ver la anciana,
ni respirar del aire la pureza,
por más que abrí cien veces la ventana
decidido a tirarme de cabeza.
Cuando, por fin, sintiéndome agobiado
de mi desdicha al peso
y encerrado en el coche maldecía
como si fuese en el infierno preso,
al año de venir, día por día,
con mi grande inquietud y poco seso,
sin alma y como inútil mercancía,
me volvió hasta Paris el tren expreso.

Monday 19 March 2007

El discurso de Enjolras

En mi penar entre las (más de mil) páginas de "los Miserables" de Víctor Hugo, me he topado con el discurso de Enjolras en la barricada.

Está en el capítulo V del quinto libro ("Jean Valjean"), titulado "Qué horizonte se ve de lo alto de la barricada" ("Quel Horizon on voit du haut de la barricade").

Resulta que es uno de los textos más famosos del libro (no lo digo yo, lo pone aquí), que resume los valores del romanticismo (lo siento, ¡vuelvo al XIX!).La verdad es que el texto es muy bonito.





He copiado aquí este trocito que me ha parecido muy interesante.





"Citoyens, le dix-neuvième siècle est grand, mais le vingtième siècle sera heureux. Alors plus rien de semblable à la vieille histoire; on n'aura plus à craindre, comme aujourd'hui, une conquête, une invasion, une usurpation, une rivalité de nations à main armée, une interruption de civilisation dépendant d'un mariage de rois, une naissance dans les tyrannies héréditaires, un partage de peuples par congrès, un démembrement par écroulement de dynastie, un combat de deux religions se rencontrant de front, comme deux boucs de l'ombre, sur le pont de l'infini; on n'aura plus à craindre la famine, l'exploitation, la prostitution par détresse, la misère par chômage, et l'échafaud, et le glaive, et les batailles, et tous les brigandages du hasard dans la forêt des événements. On pourrait presque dire : il n'y aura plus d'événements. On sera heureux. Le genre humain accomplira sa loi comme le globe terrestre accomplit la sienne; l'harmonie se rétablira entre l'âme et l'astre. L'âme gravitera autour de la vérité comme l'astre autour de la lumière."





"Ciudadanos, el diecinueve es un grán siglo, pero el siglo veinte será un siglo feliz. Nada será como en la vieja historia; no habrá nunca más que temer, como hoy, una conquista, una invasión, una usurpación, una rivalidad de naciones en armas, una interrupción de la civilización dependiente de un matrimonio de reyes, un nacimiento en las tiranias hereditarias, un compartir de pueblos por congreso, un desmembramiento por derrumbamiento de dinastía.Un combate de dos religiones encontrándose en el frente, como dos carneros de sombra, en el puente del infinito. No tendremos por qué temer la famina, la explotación, la prostitución por el desamparo, la miseria por el desempleo, el cadalso, la espada, las batallas, y todos los asaltos del azar en el bosque de los acontecimientos. Podremos incluso decir: no habrá ya acontecimientos. Seremos felices. El género humano cumplirá su ley como el globo terráqueo cumple la suya: la harmonía se restablecerá entre el alma y el astro. El alma gravitará alrededor de la verdad como el astro alrededor de la luz."





Me da un poco de pena que hayamos defraudado así a Enjolras, el líder estudiantil de la revuelta de 1832 en "Los Miserables". Enjolras es un personaje muy bonito y me va a dar mucha pena cuando se me muera...dentro de cien páginas sigh!.

Thursday 15 March 2007

Ojo

El ojo más bonito del mundo...


:-)

Tuesday 13 March 2007

¡FUNCIONA!

Mis amigos han desertado éste blog porque sólo hablo de cosas aburridas y/o agobiantes.
Hoy voy a proponer un método anti-estress que FUNCIONA DE VERDAD.
No se me ha ocurrido a mí, lo vi en una teleserie americana, no recuerdo si era en "Alf" o en "Blossom" o en una de éstas...da igual. Reconozco que la fuente no es de fiar, pero es que FUNCIONA de verdad.

Consiste en sentarse frente a la tele, y fijar la vista en ella. Ahora lo más importante: hay que vaciar el cerebro de ideas....lo mejor es mirar a la tele y poner cara de tonto.

Como oís.

Lo mejor es sacar la lengua, y relajar el rostro, como si os hubiesen lobotomizado. Si habéis visto "Alguien voló sobre el nido del cuco", una cosa así.

Os aseguro que FUNCIONA de verdad, y relaja un montón.

Éso sí, os aconsejo echar las cortinas, no vaya a ser que os vea alguien! :-)...




Sunday 11 March 2007

The Bell Jar

"El Guardián entre el Centeno" ("The catcher in the rye") es un clásico en la lista de lecturas de los escolares, y la novela más famosa acerca de la melancolía adolescente, o "teenage angst".
Su equivalente femenino, "La Campana de Cristal" ("The Bell Jar") de la poetisa americana Sylvia Plath, es menos conocido y recomendado en los institutos...quizá porque mientras que el héroe de "El Guardián entre el Centeno" es un niño vago y pijo que pasa de los estudios y se marcha a Nueva York en pleno ataque de spleen, la protagonista de "La Campana de Cristal" es una chica estudiosa de clase media que se marcha a Nueva York con una beca de estudios, y porque mientras Holden Caulfield, el chico de "El Guardián.." se pasa todo el libro diciendo que todo es "como para suicidarse", Esther Greenwood, la chica de "La Campana..." sí que intenta quitarse la vida de verdad.

Porque sí, la "Campana de Cristal" es un libro sobre la depresión juvenil de verdad, mientras que "El Guardián.." (que es un libro que me gusta mucho también) es más bien sobre la apatía juvenil.

Si habéis visto la peli "Girl, interrupted", con Winona Ryder (por la que Angelina Jolie ganó su Óscar sorpresa), la segunda parte del libro es un estilo. La primera parte es más parecida a "El Guardián entre el Centeno", con Esther experimentando la vida en Nueva York a la manera de Holden Caufield.

El libro está muy muy bien escrito y desprende sensibilidad y femineidad. También es un libro muy triste y muy bonito. Describe muy bien la depresión y la angustia vital de una joven a punto de terminar sus estudios.
He puesto aquí uno de los párrafos más famosos, en el que la protagonista describe el motivo de su ansiedad:

"The one thing I was good at was winning scholarships and prizes, and that era was coming to an end.I felt like a racehorse in a world without race-tracks or a champion college footballer suddenly confronted Wall Street and a bussiness suit, his days of glory shrunl to a little gold cup on his mantel with a date engraved on like the date of a tombstone.
I saw my life branching out like the fig-tree in the story. From the tip of every branch, like a fat purple fig, a wonderful future beckoned and winked. One fig was a husband and a happy home and children, and another fig was a famous poet and another fig was a brilliant professor, and another fig was (being) Ee Gee, the amazing editor, and another fig was EUrope and Africa and South America, and another fig was Constantin and Socrates and Attila and a pack of other lovers with queer names and off-beat professions, and another fig was Olympic lady crew champion, and beyond and above these figs were many more figs I couldn´t make out.
I saw myself sitting in the crotch of this fig tree, starving to death, just because I couldn´t make up my mind which of these figs I would choose. I wanted each and every one of them, but choosing one meant loosing all the rest, and, as I satthere, unable to decide, the figs began to wrinkle and go black, and, one by one, they plopped to the ground at my feet."

La metáfora más bonita del libro, y que está un poco esparcida por todas partes en la segunda parte, es la del sentimiento de angustia de Esther, como estar encerrada en una campana de cristal, ahogándose en su propio aire.

Sorprendentemente, la única copia del libro en la biblioteca central de la ciudad dónde vivo está en la biblioteca infantil !!! Y luego la gente se hace de cruces por cualquier cancioncilla de tema subido, medio violenta o medio deprimente dedicada al público juvebil...en fin.

La vida de Sylvia Plath es muy triste. Hay una peli bastante aburrida con Gwyneth Paltrow, llamada "Sylvia". Gwyneth Paltrow actúa muy muy bien, pero la historia es demasiado triste como para una película. Ahí va sin los detalles más tragicos:
Sylvia Plath nació en Massachussets en 1932, en una familia de clase media. Su padre era profesor de entomología en la Universidad. Se educó en un aburrido suburbio americano de familias felices, y tras la muerte de su padre, en 1940, se mudó con su madre y sus hermanos a un suburbio aún más pijo, donde fué a una buena escuela y sacó buenas notas como una niña buena. También intentó suicidarse tras su vuelta de una beca de estudios en Nueva York. "La Campana de Cristal" es en realidad una autobiografía ficticia de Sylvia, que habla de su depresión adolescente.
Una vez recuperada, Sylvia ganó una beca para ir a estudiar en Cambridge, Inglaterra. Allí conoció al poeta del momento, Ted Hughes, con quien contrajo matrimonio en 1956. Sin embargo Sylvia y Ted no comieron perdices: en parte por la infidelidad de Ted, los celos (profesionales y afectivos) y la inestabilidad de Sylvia, el matrimonio fué muy infeliz y terminaron separándose. Sylvia Plath se quitó la vida en 1963.
Ganó el premio Pulizer póstumamente por su "Colección de poemas".

Saturday 3 March 2007

Galois

Esta mañana he tenido que revisitar los polinomios de Galois, por motivos total e inglamourosamente profesionales.


Mientras estaba dándole a la wikipedia, no he podido resistir echarle un vistazo a la vida de Galois, el matemático más romántico y glamouroso (que además vivió durante "el después" de Napoleón, una época que me interesa mucho ultimamente, ya que me estoy leyendo "Los Miserables").Era guapo, listo, educado, republicano, patriota, romántico, revolucionario y murió joven (20 añitos) a consecuencia de un duelo por motivos de amor. Además es el padre del álgebra moderna.
















Évariste Galois, nació en el suburbio parisino de Bourg-la-Reine, su padre era republicano y liberal, y su madre la hija de un jurista, culta y educada. Mamá-Galois se ocupó de la educación del pequeño Évariste, así que cuando éste, a los 14 años, asistió por primera vez a la escuela, encontró los estudios aburridos. El pequeño Galois obtuvo poco éxito académico, a pesar de ser un alumno brillante capaz de estudiar matemáticas avanzadísimas por cuenta propia.
A la hora de ir a la universidad, suspendió varias veces el exámen de ingreso en la Escuela Politécnica de París, pero fué admitido en la Escuela Normal Superior (las entradas de la wikipedia de ambas juran que se trata de "la escuela más prestigiosa de Francia"...¿? ). Durante sus años universitarios, realizó importantes descubrimientos en la teoría de las ecuaciones polinómicas. Galois acaba la carrera en 1829.

Pero estamos en la época del "después de Napoleón", la época de la novela "Los Miserables" de Víctor Hugo, dónde los estudiantes son activistas y revolucionarios.

....en 1830 estalla en París la Revolución.






La revolución de Julio...buenos tiempos para las matemáticas.....

Mientras los estudiantes de otras escuelas se lanzan a las barricadas, los de la Escuela Normal son encerrados por su director para que no puedan participar en las revueltas.Galois será expulsado de la escuela tras sus protestas públicas por la actitud antirrevolucionaria de su dirección. A ésta mancha en su currículo, se unirán 3 meses de emprisionamiento por unas malentendidas amenzas al nuevo rey Luis-Felipe: Durante un brindis en populoso banquete, en el que no faltaba ni Alexandre Dumas padre, Galois inició un brindis alzando su copa a la vez que su cuchillo. Al parecer ésto fué interpretado como una amenaza de muerte al rey.
Finalmente Galois fué absuelto, pero volvió a armarla dos años después presentándose vestido ilegalmente de uniforme militar a una manifestación el día de la Bastilla, lo que le costó un mesecito más en prisión.

Galois aprovechaba éstas vacaciones a la sombra para estudiar matemáticas y perfilar sus teorías.

Poco después de salir de la cárcel, se produjo el fatal duelo que le costaría la vida. Parce ser que Galois estaba enamorado y que no era correspondido. Por alguna razón desconocida, pero relacionada con la moza en cuestión (quizá defendiendo su honor), Galois retó en duelo a un hombre cuya identidad no está del todo clara.
Como estaba convencido de que moriría en el duelo, pasó la noche anterior escribiendo cartas a sus amigos, y , sobre todo, su testamento científico, resumiendo sus ideas y descubrimientos matemáticos.Moriría dos días después, de las complicaciones del disparo recibido en el abdomen durante el duelo. Sus últimas palabras, dirigidas a su hermano, son muy románticas, conforme a la época y al carácter de Galois:



"Ne pleure pas, Alfred ! J'ai besoin de tout mon courage pour mourir à vingt ans !"






¡No llores, Alfred! ¡Que necesito todo mi coraje para morir con veinte años!"


Es difícil que haya otro matemático con una vida tán romántica como la de Galois, pero si queréis comprobarlo, podéis buscar entre las biografías de cientos de hombres de números aquí, ó aquí en un formato más friqui, ordenados en una tabla periódica.Si lo que necesitáis es saber acerca de la teoría de Galois entonces mejor pinchar aquí....