Monday 27 October 2008

Ruega por nosotros...

El Arzobispo de Canterbury propone hoy la siguente plegaria para esto de la crisis.

Prayer for the current financial situation
Lord God, we live in disturbing days:
across the world,
prices rise,
debts increase, banks collapse,
jobs are taken away.
and fragile security is under threat.
Loving God, meet us in our fear and hear our prayer:
be a tower of strength amidst the shifting sands,
and a light in the darkness;
help us receive your gift of peace,
and fix our hearts where true joys are to be found.
in Jesus Christ our Lord. Amen

Y es que la página web de la iglesia anglicana también tiene su sección dedicada a la crisis para ayudar y orientar a los fieles. Qué modernos.

Friday 10 October 2008

Libros sin acabar.

Decía Jorge en su blog, que libro que empieza, libro que termina. ¡Qué fuerza de voluntad! Yo reconozco que prefiero tragarme mi orgullo de lector a tragarme un truño insoportable.
Ahora que estoy embarazada, voy dejando una retahila de libros sin empezar y sin terminar, que mucho me temo seguirán así hasta dentro de algunos años...

Aquí os pongo una lista de los libros que me he dejado por terminar, y aprovecho para preguntares qué libros habéis dejado a la mitad y por qué.


1. "En busca del tiempo perdido: Por el camino de Swan" - Marcel Proust. Llegué hasta el famoso episodio de la madalena en el que Proust evoca el placer que le proporciona mojar la madalena en el té en casa de su vecino Swan. Leer estas cosas en el metro, camino de la facultad y a las 7 de la mañana no es nada recomendable.De aquellas no sabía que el episodio de la madelena era de lo mas famoso de Proust. Me pareció un poco tonto la verdad. Ignorancia literaria de una, oiga.

2. "La isla del tesoro" - Robert L Stevenson. Este me lo empecé a leer varias veces en mis años escolares.Creo que cada una de ellas esperaba encontrarme con algún personaje femenino. Llegué hasta que al capitán Billy Bones le pasan la mancha negra. Creo que también me he dejado algún Julio Verne por terminar, pero es que las novelas de aventuras victorianas son demasiado masculinas para mí. Apenas salen mujeres y siempre son aburridas esposas o madres sin mucho que contar.

3. "Los versos satánicos" - Salman Rushdie. De este no me enteré de nada y lo abandoné a las 30 o 40 páginas. La poesía e ironía de Rushdie deben de ser demasiado sutiles para mí. ¿De qué iba aquello?. Igual hay que conocer más acerca de la vida de Mahoma y de la vida de Rushdie. Yo de Mahoma se que no sabía escribir...y Rushdie no me pareció mucho mas allá. Claro que me lo estaba leyendo en español...igual el original inglés está mucho mejor.

4. "Ulysses" - James Joyce. Comprármelo en inglés (oferta 3x2, elija usted el tercero..) fue toda una osadía. Empezar a leérmelo también. Un golpe para mi orgullo. ¿De qué iba eso madre mía?

5. "Les Bienveillantes" - Jonathan Littell. Recomendado por Carol en este blog. El libro está realmente bien, pero leer acerca de las matanzas nazis desde el punto de vista de un nazi estando embarazada me daba un poco de yuyu. Me daba miedo que las ideas se me filtrasen á través de la placenta. Aprensión+progesterona son mala combinación. Es un libro muy duro.

6. "Vanity Fair"- W M Thackeray. Este me lo dejé olvidado en un autobús. ¿A quién no le ha pasado?. Me quedé mas o menos por la mitad, poco después de la muerte del Capitán Osborne, con Amelia viuda y Becky casándose en secreto...No he visto la película, así que genuinamente no se qué pasa al final, pero me da un poco de pena recurrir a la Wikipedia para enterarme.

7. "La Iliada" - Homero. No pude, no pude....creo que me leí 20 páginas. Bastante pesadito. Jorge dice que se lo leyó entero. Toda mi admiración.

8. "Crimen y castigo" - Dostoyevsky. Es un libro muy bueno, pero muuuuuuuyyyyy largo. Demasiado. Creo que me quedé en la larga descripción del paseo que se da Raskolnikov después de matar a la vieja usurera. Dostoyevsky nos cuenta de qué color está pintada cada casa. No necesito mas excusa.

9. "La reina del sur" - Arturo Pérez-Reverte. No me gusta la protagonista. Se nota demasiado que está descrita por un hombre. No me parece real. Las malas de Reverte son buenos personajes, pero esta "buena" no me gusta nada.

10. "Adiós a las armas" - Ernest Hemingway. La gente sufriendo en Verdún y Cambrai, y Hemingway va y nos cuenta como resulta herido mientras come un plato de macarrones en el frente germano-italiano, para dedicarse luego a ligarse a su enfermera inglesa. Demasiado americano y demasiado superficial. Lo dejé de leer asqueada. Igual al final remonta y cuenta algo interesante. Quizá se merezca otra oportunidad.

Thursday 2 October 2008

¡He visto la luz!

Desde hace 6 meses mi relación de amor con UK se tambalea. ¿La razón? Mi embarazo y el tratamiento antenatal en inglaterra. Mi matrona hippy, los partos caseros de mis compañeros de trabajo, los libros del NHS y la moqueta del hospital me han hecho sentirme frustrada, enfadada, asustada, y sobre todo extranjera.
Esta semana Juan de Parquestrit me dio un libro para leer que me ha abierto los ojos. Se trata de "Ghosts of Spain", del que hablaba él mismo en este post. El autor, Giles Tremlett, corresponsal del Guardian en Madrid, dedica un capítulo a las relaciones familiares llamado "Children and men first". Leyéndolo me he dado cuenta de dónde ha estado mi fallo.

Comienza con una frase que es mas o menos así "Después de tantos años en España, creía haberme integrado en la sociedad, pero de repente llegó la paternidad". Después cuenta como durante su primer embarazo, su esposa y él se toparon con la gran diferencia entre las aproximaciones británica y española a la maternidad. Tremlett es un artista para detectar la esencia del modo de pensar español, y lo explica bien claro. En UK, el parto es sobre todo entre la madre y su bebé, con la ayuda del padre, que es quien anima y consuela a la parturienta. Los médicos y analgésicos están ahí, y pueden resultar útiles si algo se complica, pero no son los protagonistas, ni parte fundamental del proceso. En UK las madres presumen de haber aguantado el dolor del parto para traer a sus retoños al mundo, y el parto "natural" es algo a lo que en general se aspira. En España, el parto es entre una mujer, su bebé, y su ginecólogo, aunque a veces es mas entre el bebé y el ginecólogo o el ginecólogo solamente. La madre toma un papel pasivo y el padre se hace a un lado para respetar la relación de la mujer con su médico que es quien sabe y decide, y cuya palabra va a misa. Tremlett se lleva las manos a la cabeza cuando tras horas y horas de dilatación, el médico español de su esposa decide practicar una cesárea y le impide estar presente en la operación "porque yo lo digo". También se queja de las "revisiones regulares de fluídos" similares a un control técnico. Eso sí, reconoce la limpieza de los hospitales y la preparación del personal sanitario.También dice que a los españoles nos fascina la cháchara de los médicos poblada de tecnicismos porque nos hace venerarlos como a sabios y confiar plenamente en ellos.

Básicamente la historia que cuenta Giles Tremlett es la mía pero a la inversa: un británico teniendo su primer hijo en Madrid.

¿Qué es lo que yo esperaba de mi embarazo? Una simbiosis con un ginecólogo, a quien le entrego mi salud y la de mi bebé y toda mi confianza. Si él dice que me tiene que hacer una episiotomía, una cesárea, o que mi chico fuera del quirófano haremos lo que diga porque él es quien sabe. Como buena española necesito sentirme en buenas manos y cuidada. En UK sin embargo, lo mas importante es que se respete mi intimidad, mis decisiones y mis creencias (hippies, homeópatas, religiosas...), y si pasa algo, entonces una legión de médicos tomará el control, pero no antes.

Estoy aquí y esto es lo que hay. Afortunadamente el sistema británico reconoce mi derecho a querer un parto con epidural, monitores, médicos y el ambiente clínico que siempre pensé que acompañarían al nacimiento de mi bebé.

Ahora que he comprendido dónde estaba mi error, qué es lo que quiero y por qué y lo que el NHS supone que yo quiero, puedo explicarme mejor e intentar que haya algo de comunicación con mi matrona hippyguay.