Friday 24 August 2007

Di

Dentro de unos días se cumplen 10 años de la muerte de Diana, Princesa de Gales, en un accidente de tráfico en París.Tenía tan sólo 36 años.

Qué joven.


Cómo pasa el tiempo.


Di es un personaje muy querido en el Reino Unido. En el 2002, salió elegida la tercera "Gran Británica" en el programa de la BBC "The 100 Greatest Britons", por detrás tan sólo de Chrurchill (of course), Brunel (¿quién? Brunel ¿quién? el constructor del Suspension Bridge de Bristol. ¿quién? ....), y por delante de gente como Darwing, Newton y Shakespeare(!!!).


A nosotros puede parecernos una exageración, pero Diana es realmente querida.


Para un pueblo tan (en general) poco dado a las expresiones de furor colectivo (¿o no colectivo?), y en el que los duelos y los homenajes suelen ser bastante sobrios y las procesiones ir por dentro, la inesperada muerte de Di causó una reacción sorprendente en la sociedad.


En España, donde la gente se echa a la calle para expresar su dolor y solidaridad con bastante frecuencia (atentados brutales, crímenes horrendos como los de Alcasser, protestas contra el secuestro de niños...), nos puede parecer poca cosa, pero aquí los cientos de ramos y las protestas por la fría reacción de Palacio sí que son algo fuera de lo corriente. No digo que lo uno o lo otro sea bueno o malo. Simplemente se trata de una espece de carácter nacional diferente.


También es fuera de lo corriente que una princesa llore ante las cámaras, muestre dolor o confiese una infidelidad.

Di, en cierto modo, enseñó un poco a los británicos, empezando por la casa Windsor, a expresar sus sentimientos, y por éso la queremos, y por éso es grande.
Si no habéis visto la entrevista que concedió a Martin Bashir (el mejor amigo de Michael Jackson) para el programa Panorama, os lo recomiendo. También podés ver el famoso video del anuncio del compromiso de Diana y Charles en el que Charles confiesa estar enamorado, whatever that means, de Diana (el famoso momento está muy al final).La expresión de Diana cuando oye ésto no tiene desperdicio.
Desde Di que si, un pequeño homenaje para Di.

Friday 17 August 2007

El feminista accidental

Aquí pongo un texto del siglo XVIII. Madame de Saint-Ange explica a la joven Eugenia que una mujer debe de ser dueña de su sexualidad, y que no por obediencia a sus padres o a los prejuicios y costumbres, renunciar a sus pasiones y entregarse a un marido elegido por sus padres según sus ambiciones sociales.

¿Lo más curioso del texto? el escritor: el maqués de Sade.


"Écoute-moi donc, Eugénie. Il est absurde de dire qu'aussitôt qu'une fille est hors du sein de sa mère, elle doit, de ce moment, devenir la victime de la volonté de ses parents, pour rester telle jusqu'à son dernier soupir. Ce n'est pas dans un siècle où l'étendue et les droits de l'homme viennent d'être approfondis avec tant de soins, que des jeunes filles doivent continuer à se croire les esclaves de leurs familles, quand il est constant que les pouvoirs de ces familles sur elles sont absolument chimériques. Écoutons la nature sur un objet aussi intéressant, et que les lois des animaux, bien plus rapprochées d'elle, nous servent un moment d'exemples. Les devoirs paternels s'étendent-ils chez eux au-delà des premiers besoins physiques? Les fruits de la jouissance du mâle et de la femelle ne possèdent-ils pas toute leur liberté, tous leurs droits? Sitôt qu'ils peuvent marcher et se nourrir seuls, dès cet instant, les auteurs de leurs jours les connaissent-ils? Et eux, croient-ils devoir quelque chose à ceux qui leur ont donné la vie? non, sans doute. De quel droit les enfants des hommes sont-ils donc astreints à d'autres devoirs? Et qui les fondent, ces devoirs, si ce n'est l'avarice ou l'ambition des pères? Or, je demande s'il est juste qu'une jeune fille qui commence à sentir et à raisonner se soumette à de tels freins. N'est-ce donc pas le préjugé tout seul qui prolonge ces chaînes? Et y a-t-il rien de plus ridicule que de voir une jeune fille de quinze ou seize ans, brûlée par des désirs qu'elle est obligée de vaincre, attendre, dans des tourments pires que ceux des enfers, qu'il plaise à ses parents, après avoir rendu sa jeunesse malheureuse, de sacrifier encore son âge mûr, en l'immolant à leur perfide cupidité, en l'associant, malgré elle, à un époux, ou qui n'a rien pour se faire aimer, ou qui a tout pour se faire haïr?
Eh! non, non, Eugénie, de tels liens s'anéantiront bientôt; il faut que, dégageant dès l'âge de raison la jeune fille de la maison paternelle, après lui avoir donné une éducation nationale, on la laisse maîtresse, à quinze ans, de devenir ce qu'elle voudra. Donnera-t-elle dans le vice? Eh! qu'importe? Les services que rend une jeune fille, en consentant à faire le bonheur de tous ceux qui s'adressent à elle, ne sont-ils pas infiniment plus important que ceux qu'en s'isolant elle offre à son époux? La destinée de la femme est d'être comme la chienne, comme la louve: elle doit appartenir à tous ceux qui veulent d'elle. C'est visiblement outrager la destination que la nature impose aux femmes, que de les enchaîner par le lien absurde d'un hymen solitaire.
Espérons qu'on ouvrira les yeux, et qu'en assurant la liberté de tous les individus, on n'oubliera pas le sort des malheureuses filles; mais si elles sont assez à plaindre pour qu'on les oublie, que, se plaçant d'elles-mêmes au-dessus de l'usage et du préjugé, elles foulent hardiment aux pieds les fers honteux dont on prétend les asservir; elles triompheront bientôt alors de la coutume et de l'opinion; l'homme devenu plus sage, parce qu'il sera plus libre, sentira l'injustice qu'il y aurait à mépriser celles qui agiront ainsi et que l'action de céder à la nature, regardée comme un crime chez un peuple captif, ne peut plus l'être chez un peuple libre."


"Escúchame pues, Eugenia. Es absurdo decir que tan pronto como una niña sale del vientre de su madre, debe, desde ése momento, convertirse en víctima de la voluntad de sus padres y permanecer así hasta su último suspiro. No es en un siglo en el que la dimensión y los derechos del hombre acaban de profundizarse con tanto cuidado, que las jóvenes deben continuar a pensar que son las esclavas de sus familias, cuando es evidente que el poder de éstas sobre ellas es absolutamente quimérico.

Escuchemos la naturaleza a propósito de un sujeto tan interesante, y que las leyes de los animales, tan próximas a ella, nos sirvan un momento de ejemplo. ¿Los deberes paternos se extienden más allá de las primeras necesidades físicas? Los frutos del placer del macho y de la hembra ¿no poseen toda su libertad, todos sus derechos? Tan pronto como pueden andar y alimentarse solos, desde ése momento, desde ése instante, los autores de sus días, ¿les reconocen? Y ellos, ¿creen ellos deber algo a aquellos que les han dado la vida? No, sin duda. ¿Por qué razón los hijos de los hombres están sujetos a otros deberes? ¿Y qué fundamenta éstos deberes sino la avaricia o la ambición de los padres? Ó, me pregunto si es justo que una jovencita que comienza a sentir y a razonar se someta a tales refrendimientos.¿No es entonces sino el solo prejuicio quien prolonga esas cadenas? ¿Hay algo más ridículo que ver una jovencita de quince o dieciséis años, abrasada por deseos a los que es obligada a renunciar, esperar, en peores tormentos que los de los infiernos, que a sus padres les apetezca, después de haber hecho infeliz su juventud, sacrificar aún su edad adulta inmolándola a su pérfida avaricia, asociándola a su pesar a un esposo que nada tiene para hacerse amar, o que tiene todo para hacerse detestar?
¡Ah, no! No, no, Eugenia, de tales lazos serán pronto eliminados; es necesario que, liberando a la joven del domicilio paterno desde la edad de la razón, después de haberle dado una educación nacional, dejarla dueña, a sus quince años, de ser quien quiera ser.¿Caerá ella en el vicio? ¡Ah!¿ Y qué importa? Los servicios que una joven presta, consintiendo a hacer la felicidad de todos los que se dirigen a ella, ¿no son más importantes que aquellos que en aislamiento ella ofrece a su esposo? El destino de la mujer es ser como la loba: ella debe pertenecer a todos los que la requieren. Es un ultraje visible al destino que la la naturaleza impone a las mujeres, encadenarlas por el absurdo lazo de un himen solitario.
Esperemos que los ojos se abrirán, y que asegurando la libertad de todos los individuos, no olvidaremos la suerte de las infelices jovenes; mas si ellas se quejan lo suficiente para que no las olvidemos, si sobreponiéndose ellas mismas al uso y al prejuicio, liberan vigorosamente de sus pies los hierros con los que pretendemos esclavizarlas; pronto triunfarán sobre la costumbre y la opinión; el hombre convertido en más sabio, pues será más libre, sentirá la injusticia que existe en despreciar a aquellas que así actúan, y la acción de ceder a a naturaleza, vista como un crimen por un pueblo captivo, no lo será ya para un pueblo libre."


El texto es del tercer diálogo de "La filosofía en el tocador", del Maqués de Sade un poco en el estilo de "Las amistades peligrosas": con el ánimo de vengarse de la mojigata madre de la joven Eugenia, Mme de Saint-Ange se dispone a corromperla con la ayuda del libertino M. Dolmancé. La obra está escrita en forma de obra de teatro, aunque es poco probable que fese destinada a la representación. Dolmancé y Saint-Ange van justificando uno a uno diferentes crimenes y actos de libertinaje. Cada justificación filosófica (o pseudofilosófica) va intercalada con cuadros eróticos (o más bien de malabarismos) más o menos ridículos y más o menos escandalosos.


El Marqués de Sade es en sí un personaje curioso: Bastante mal escritor, el aristócrata probablemente hubiese pasado al olvido (no era el más depravado aristócrata de su tiempo) de no ser por la época en la que le tocó vivir: la Francia revolucionaria. Condenado a prisión por sodomía e intentar envenenar a unas prostitutas (a las que un afrodisíaco les sentó mal), su poderosa suegra conseguirá que de Sade sea detenido con una más honrosa "lettre de cachet", lo que le convierte en un prisionero político, vecino de celda de Mirabeau en el Castillo de Vincennes, iniciador de una revuelta en la Bastilla dos días antes del 14 de Julio, y más tarde en un amnistiado lider por interés de los Sans-culottes de la sección de Picas. Salvado por suerte de la guillotina por un descuido de sus verdugos mientras esperaba su turno en la Conciergerie, de Sade volverá a ser amnistiado y encarcelado de nuevo, y acabará sus días suplicando al mismísimo Napoleón que lo libere.

Más por aburrimiento que por otra cosa, el prisionero de Sade escribe en sus novelas y para sí mismo, cuantas cochinadas se le pasan por la cabeza.


Desde el punto de vista filosófico, Sade es defensor del ateísmo y de la libertad sexual, presentando el vicio como una vuelta a la naturaleza, muy a lo Rousseau.


Me resulta curioso que ilustres ilustrados como Rousseau, no parezcan tener la deferencia por la libertad de las mujeres que un pseudofilósofo como Sade muestra.


Wednesday 15 August 2007

Por qué vivo en Inglaterra.

Di ha vuelto al hogar después de una semana de vacaciones en el sur de la France: viñas, cielo azul, ventanas pintadas de turquesa, franceses de aspecto saludable haciendo deporte, niños que parecen recién salidos de un anuncio de "petisuis", mercado los lunes los miércoles, los domingos...vinito, sol, playa y mucho, pero mucho, savoir vivre...
Porque si es verdad el estereotipo del inglés con la taza de té en la mano, el del francés bon-vivant también lo es: al francés medio le gusta hacer deporte, pasar tiempo en familia, beber, comer bien y disfrutar de sus ocho o nueve (leéis bien) ocho o nueve semanas de vacaciones. Oh là là la France! Que la vie est belle!.
Ante tal derroche de bien vivir, no es de extrañar que los primeros dos días de vacaciones con los amigos de mi chico, nos las pasásemos contestando a la pregunta "pego...pog qué vivís en inglategga?".
Y es que para muchos franceses, los habitantes del otro lado del Canal de la Mancha viven en las antípodas de todo lo que ellos valoran: beben cerveza, comen mal y sólo tienen queso tipo cheddar...qu´est-ce que c´est que ce là!
Me ha resultado difícil convencerles que en un par de años, los ingleses han cambiado y que se puede comer bien en Inglaterra. No se lo han creído, a pesar que la sección de recetas en la revista Glamour francesa la firma Jamie Oliver "le chef cool".

Como ya lo hiciesen los amigos Borja y Parquestrit, me he visto obligada a hacer una lista de razones por las que vivo en Inglaterra. Me pregunto si es algo que sólo te pasa cuando vives aquí....

Y dónde dices que vives?
En Bristol, Inglaterra.
Ay hija, yo no podría....con el mal tiempo que hace y lo bieeeeen que se vive aquí. Y con lo de las vacas locas!.Vamos, y por qué no buscas trabajo en otra parte?


Os suena?.Porque vamos, hay muchos sitios más horribles para vivir que éste. Por ejemplo Valladolid es bastante aburrido, hay unos inviernos meseteros terribles y unos veranos de bochorno horroroso, además de la dichosa plaga de topillos...

Y dónde dices que vives?
En Valladolid.
Ay hija, yo no podría....con el mal tiempo que hace y lo bieeeeen que se vive aquí. Y además con la plaga de topillos!. Vamos, y por qué no buscas trabajo en otra parte?

Y Canadá? Si alguien dice "vivo en Canadá" no le llueven invitaciones a cambiar de residencia por el hecho de que nieve o haga cuarenta bajo cero en invierno...Y Holanda? Anda que no llueve en Holanda o en Luxemburgo...

Pues nada, he aquí las razones por las que vivo en Inglaterra.En negrita, y con orgullo, porque al igual que el día del orgullo gay, habría que declarar un día del orgullo de vivir en Inglaterra.Que ya está una harta de tener que justificarse por vivir aquí!.

Mi trabajo: Por supuesto nadie está en inglaterra por el sol. Tengo un trabajo técnico en el que nadie se mide con nadie por el número de gente a la que le firma las vacaciones o el número de cuadraditos que tiene por encima o por debajo en el diagrama de la organización. Mis compañeros no son los reyes de la fiesta, ni tengo descansos de media hora para tomar el café y hablar de Alonso o de si la nieve fué mejor en la última temporada de esquí, pero mis colegas siempre me responden cordialmente y me ayudan ante cualquier problema técnico. Saben un montón y no les importa enseñarte o ayudarte. No se las dan de nada, aunque son la leche todos. Tengo un jefe majete que es buen ingeniero además de buen jefe. Y tengo un sueldo que me permite pagar mi hipoteca, mis vacaciones, mi carrito de comida sana del Sainsbury´s (con algún Taste the Difference que otro y jamón si me puede el antojo), y ahorrar para la vejez. Sólo tengo 5 semanas de vacaciones, pero puedo cogerlas cuando quiera. Además tengo horario flexible y puedo trabajar desde casa. Mi contrato es fijo aunque despedirme no cuesta tan caro, pero tengo la certeza de que si me veo en la calle puedo encontrar un trabajo (aunque sea de pinche de cocina) con rapidez.

Mis amigos: Muchos de mis mejores amigos los he conocido en Bristol. Algunos ya no viven en Bristol, pero siempre están dispuestos están a hacer un esfuerzo cuando vas a verlos, o a venir a verte. Son amigos de los de verdad, de los que te traen una caja de aspirinas a casa si estás malito o te preparan una fiesta sorpresa si estás de bajón. Si no tengo más amigos ingleses es culpa mía. Los bristoleños, ingleses o extrajeros, son amables y abiertos. Es fácil hacer amigos en el pub si uno se lo propone. Estar lejos de casa te hace más abierto.

Mi casa: Mi casa tiene ventanas de guillotina, floripondios victorianos y moqueta, pero la adoro. Me encanta subir la hoja de la ventana de mi habitación y cantar "who will buy this wonderful morning" cuando nadie me ve, andar descalza por la moqueta y prepararme una taza de te, y si alguna vez aprendo a encender la chimenea, seguro que me encanta también. Y es que las casas inglesas, además de arañas y moqueta, tienen su glamour. Y éso que aún no le he cogido el truco al gardening.

Bristol: Me encanta ir de compras al Top Shop y encontrar mi talla, ir a oler las flores por Clifton en primavera, de barbacoa a la Cabott Tower o a los Downs y pasar en coche por debajo del Suspension Bridge. Ir a recoger al aeropuerto a los amigos, a tomar un café al Watershed, a comer un pie a Pie Minister... Ir andando al centro, descubrir parques y restaurantes nuevos, ir al Old Vic.El campo es muy bonito...tan verde, con ésos árboles gigantes y ésas vacas.....Me gusta Bristol. Le falta una churrería en Whiteladies, eso sí, pero bueno...tampoco he visto muchas churrerías en Toulouse.

El tiempo: No me gusta el calor. No me gusta el polen de los plátanos....y es que aunque éste año está siendo un infierno de lluvias, me gusta más este clima que el continental. De acuerdo que hay climas mejores, pero bueno. Tampoco está tan mal no? y si no, qué pasa con Ávila? Y es que en París hace bueno en verano?

La libertad: Me gusta esto. Me gusta que nadie enarque una ceja cuando digo que no se esquiar o montar en bici, o me comporto distinto porque soy extranjera y al fin y al cabo en éste país cada uno es de su padre y de su madre. Me gusta que la gente se corte el pelo a la hora de hacer comentarios racistas y aunque lo piensen no lo digan porque saben que en el fondo está mal. Me gusta el respeto. Me siento a salvo de la inflacción (gracias Gordon), de la inseguridad ciudadana, del racismo...Lo único que me corta el rollo es que mi país de acogida esté en guerra...Tonyyyyyyyyyy tua culpaaaaaaa!!!!!!!!

Y por supuesto, encabezando la lista está mi chico.No es inglés, pero sin inglaterra nos habríamos conocido? Solo por eso, God Saves The Queen!!!!