Thursday 7 February 2008

Revolution, Reaction, Revenge...(erre con erre guitarra)

Este es el libro que acabo de acabarme. Porque sí, en estos días en que se habla tanto de la memoria histórica, y ya que estoy enganchadísima al estupendo blog de JdJ, he pensado que ya era hora de ponerme las pilas y enterarme un poco de esta vieja historia que da tanta guerra y que es la Guerra Civil Española.

A pesar de su sensacionalista portada y título, especialmente diseñado para captar el ojo del lector británico, es un buen libro sobre la Guerra Civil.

Lo bueno que tiene es que es ligerito y fácil de leer. Paul Preston, que es uno de los hispanistas más conocidos junto con Ian Gibson, escribe muy bien. Es un buen comienzo para tener una visión general del conflicto, de quén era quién y de qué pasó, sin letanías de citas y pies de páginas, en un sólo volúmen y además de bolsillo.


Precisamente lo peor del libro es eso...no tiene muchas citas, y para el lector español con su tendencia a pensar "y tú de qué lado estás" cuando lee algo acerca de la Guerra Civil, puede pareces sospechoso. Paul Preston hace los deberes y al final hay un apéndice con todas las referencias para saber más. Y a seguir leyendo.

Las tésis fundamentales del libro son más o menos estas (Preston las repite mucho, así que creo que no se me escapa ninguna):

La guerra la ganaron los nacionales gracias a la ayuda y el armamento enviado por Mussolini y Hitler. La comunidad internacional dejó a la república con una mano delante y otra detrás con el "pacto de no intervención". La razón era evitar que un conflicto con Alemania terminase en una segunda guerra mundial, como pasó al final con la invasión de Polonia. Sólo la URSS facilitó armas a la república, y esto con Franco ya a la altura de Toledo y los comunistas rusos diciéndole a Stalin a ver qué pasa.

Franco, y otros militares del bando franquista curtidos en las guerras de áfrica, libraron la guerra al estilo que conocían: Con gran crueldad y violencia, como tropas invasoras en una guerra colonial, y trataron a sus compatriotas como habían tratado a los pueblos nómadas del desierto, a los que consideraban salvajes. Esta experiencia colonial está en la base de considerar la Guerra Civil como una "reconquista", y de no considerar al "enemigo" "español".

No es verdad que la URSS quisiese que en España triunfase una revolución comunista. Stalin no era Trotsky (si no supongo que se hubiese mandado a un gulag a sí mismo) así que lo que quería más bien era congraciarse con las democracias occidentales, no fuese a ser que se le pusiesen del lado de Hitler en la guerra mundial que ya se veía venir. De hecho los comunistas españoles hicieron lo posible para aplastar el fervor revolucionario de los primeros años de la guerra (pasándose un pueblo) e insistir en que la guerra había que ganarla primero, y la revolución después (cuando el padrecito quisiera, se entiende).Según Preston, si la República hubiese utilizado ese fervor revolucionario como viento a favor, puede que la guerra hubiese resultado diferente.

Los Republicanos se pasaron tres pueblos durante la guerra, pero los Nacionales se pasaron doce. Mientras que las barbaridades en el bando republicano fueron cometidas por hordas descontroladas, las del lado nacional contaban con la aprobación del mando militar. Además después y durante la guerra se produjo una dura represión de liberales, sindicalistas, socialistas, demócratas, gente con calcetines blancos etc... Puestos a contar (cosa que Paul Preston no hace, faltaría más) salen más víctimas y barbaridades de un lado que del otro.

Franco prolongó la guerra a propósito con la intención de purgar a España del liberalismo, republicanismo y socialismo para siempre jamás. Ganar la guerra era fácil. Lo importante era destruir y humillar al enemigo.

Franco no era un fascista, sino algo mucho peor. Con su frialdad y su carácter cruel, vengativo y reflexivo, eliminó a sus enemigos políticos sibilinamente, ayudado por el azar y por las circunstancias, hasta ponerse a la cabeza del bando nacional. Utilizó a la Falange para congraciarse con el fascismo europeo, pero después abandonó cualquier idea revolucionaria fascista. Lo que era Franco es un reaccionario ultracatólico.

La Guerra Civil Española se sigue luchando sobre (y tan sólo sobre) el papel cada día, en la prensa y en diversos escritos sobre el conflicto. Sigue despertando pasiones y recelos dentro, y evoca romanticismo fuera.


Y luego están las conclusiones que cada uno saca si quiere.
A mí lo que más me ha impactado del relato es la crueldad de los nacionales (como por ejemplo las burradas cometidas por Queipo de Llano en Andalucía), las purgas en cada ciudad tomada, y la persecución por parte de la Gestapo nazi de los republicanos exiliados en Francia después de la guerra.
Por poner un ejemplo no sabía que Largo Caballero, primer ministro republicano durante la guerra, estuvo encerrado en un campo de concentración nazi varios años. Eso sin contar a gente como Companys, que fue extraditada a España por la gestapo para ser ejecutados. Y eso los que se sabe, que los que no se sabe, la gente de a pie, a saber...
También me ha llamado la atención que muchos nombres franquistas me suenan a nombre de calle (como por ejemplo el general Fanjul). Y también que Franco era realmente de lo peor que le pudo pasar a España.Tío más retrógrado y cruel.
Yo pensaba antes que la república cometió muchas atrocidades, pero según lo que he leído en este libro, las del bando nacional las superan con creces, en número y en crueldad. Además es que los muy cenutrios provocaban matanzas del otro lado difundiendo falsas informaciones acerca de quintacolumnistas en Madrid haciendo que cundiese el pánico en el lado republicano.

Después de la guerra, el régimen franquista hizo mucha propaganda de las barbaridades de los rojos, pero se olvidó de las suyas propias.

También pensaba que la mayor parte del ejército apoyó al bando nacional, y no es así. Muchos militares se cambiaron de bando ya empezada la guerra (Franco por ejemplo al principio, intentó vender a sus colegas golpistas a cambio de poder) quizá asqueados de que se sospechase de ellos.

También me parece que la guerra civil estuvo llena de chapuzas y de cagadas de un bando y de otro. Por ejemplo Franco decide liberar el asediado Alcázar de Toledo en vez de ir a por Madrid, lo que proporciona el tiempo suficiente para organizar la defensa de la capital y que lleguen las esperadas armas soviéticas. La salida por piernas del gobierno de Madrid a Valencia también es de comedia de Berlanga. A un lado y al otro eran españoles y se nota.

En fin, un libro muy recomendable y ligerito para enterarse un poco de la Guerra Civil de mano de los que más saben de estas cosas, los ingleses, y sacar vuestras propias conclusiones acerca de temas tan candentes como la Ley Para la Recuperación de la Memoria Histórica.

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